¿Ser generosos con los demás puede derivar en un mayor grado de satisfacción personal y en un estado más pleno de felicidad?
Aunque estos temas de ciencia y mentalidad práctica me apasionan muchísimo, es importante destacar que esa pregunta no la he propuesto yo.
En realidad, tiene un rigor científico, lo cual la convierte en una temática aún más fascinante.
¿Sueles sentirte más feliz cuando gastas dinero en otras personas a cuando lo gastas en ti mismo?
Si tu respuesta fue la segunda opción, te invito a darle las gracias al comportamiento generoso.
En el ámbito científico, dicho comportamiento está impulsado por la emoción positiva.
“Resplandor cálido”. Ese es el término que suelen usar los investigadores y neurocientíficos para referirse al placer intrínseco de hacer algo por alguien más.
¿Es posible que la generosidad hacia los demás sea una fuente de felicidad intrínseca? ¡A primera vista podría parecer contradictorio!
Pero no lo es. La ciencia ha revelado un vínculo muy estrecho entre la generosidad y la felicidad.
Dado que soy una persona extremadamente generosa, te confieso que esto me impresiona y enciende la chispa de mi curiosidad.
Por eso me ilusiona contarte un poco más sobre la importancia de cambiar nuestra mentalidad y de ser cada vez más generosos con los demás.
¿Añoras ser más feliz? La generosidad podría despejar el camino hacia ese gran objetivo de satisfacción personal.
Y no lo he inventado yo. Lo ha sugerido la ciencia.
¿A mayor generosidad, mayor felicidad?
El comportamiento generoso te hará más feliz. Pero también te costará más.
Para experimentar sus bondades tendrás que invertir tus propios recursos en el beneficio de los demás.
Importantes estudios experimentales que se han llevado a cabo en los últimos años, específicamente en el campo de la psicología y la neurociencia, sugieren que “un posible motivo para el comportamiento generoso es el aumento de la felicidad con el que se asocia”.
Incluso, estas investigaciones han intentado comprender, desde una perspectiva mecanicista, los procesos neuronales que relacionan a la generosidad y felicidad.
Hallazgos científicos que debes conocer
Nature Communications —una de las revistas científicas más respetadas del mundo—, publicó un artículo extremadamente revelador e interesante llamado “Un vínculo neuronal entre generosidad y felicidad”.
En él abordan varios hallazgos científicos e información de estudios que han analizado la actividad cerebral asociada a la generosidad.
Algunos han descubierto que el control de arriba hacia abajo del cuerpo estriado —una región cerebral relacionada con las recompensas humanas—, juega un rol crucial en la conexión que existe entre la “generosidad inducida por el compromiso y la felicidad”.
Trataré de explicarlo de una forma menos técnica.
Ese hallazgo en particular sugiere que cuando algunos individuos experimentan la satisfacción de ayudar a otros, se pueden activar ciertas áreas del cerebro asociadas al bienestar emocional.
¿El resultado? ¡Una mayor sensación de felicidad!
Esto también me resulta increíble: la generosidad no solo beneficia a quien la ejerce. También incentiva el bienestar de la sociedad. Es una dupla indisoluble.
De hecho, la ciencia ha sugerido que existe algo intrínsecamente gratificante en ofrecerle ayuda a un tercero sin esperar nada a cambio.
Ahora te pregunto, ¿te consideras una persona generosa? ¿Cuándo le ofreces ayuda a alguien, realmente lo haces de forma desinteresada?
Un estudio experimental que te volará la cabeza
Un estudio experimental conducido por Dunn et al, reveló que “los participantes que gastaron dinero en otros, reportaron niveles más altos de felicidad, en comparación con aquellos que gastaron dinero en sí mismos”.
Por su parte, el equipo a cargo del estudio publicado en la revista Nature, se apalancó en imágenes de resonancia magnética funcional para investigar los mecanismos cerebrales que relacionan el comportamiento generoso con el incremento de la felicidad.
Esta fue una de las conclusiones destacadas:
Ese estudio ha sido replicado en diferentes culturas y edades. De modo que empodera la noción de que la generosidad puede ser una fuente universal de satisfacción personal.
Esta gráfica te podría ilustrar mejor los hallazgos de ese estudio reseñado en Nature Communications:
Para efectuar ese estudio experimental, el equipo creó dos grupos:
-
Grupo A:
Era el grupo experimental.
Sus 24 participantes recibieron 25 francos suizos por semana —durante cuatro semanas— y la instrucción de gastarlos en otras personas —invitándolas a cenar, comprándoles un regalo, etc.—.
-
Grupo B:
Se trataba del grupo de control.
Sus 24 participantes recibieron la misma cantidad de dinero, pero en lugar de gastarlo en otros, debían gastarlo en sí mismos —saliendo a cenar, comprándose un regalo, etc.—.
Ambos grupos debían comprometerse con el cumplimiento de esas instrucciones.
De hecho, ese experimento se dividió en un antes y después de dicho compromiso.
¡Y ahora mismo te comparto sus resultados!
Unos resultados reveladores y memorables
Una vez más, me parece ético y pertinente, recordarte que esta información no la he propuesto yo.
En realidad, ha sido reseñada en Nature Communications; específicamente en el artículo que cité hace un momento.
Pero desde ya te confieso que son alucinantes. Aquí te comparto solo algunos:
1. Efectos conductuales de beneficios y costos
¿La generosidad puede aumentar en función de la cantidad de beneficios monetarios para un tercero?, o ¿puede disminuir en función de los costes para el participante?
Los investigadores se hicieron esas preguntas y estas fueron las respuestas que obtuvieron, luego de realizarle una “prueba de manipulación” a los participantes.
Tal como se muestra en esta gráfica:
“Los participantes del grupo experimental, que se habían comprometido a gastar el dinero en otros, mostraron un comportamiento significativamente más generoso que el del grupo de control, cuyos participantes se habían comprometido a gastar dinero en sí mismos”.
En resumen, la probabilidad de aceptación aumentó en función de la magnitud de los beneficios para los demás y se redujo en función de la magnitud de los costos para sí mismos.
2. El compromiso de ser generoso aumenta la generosidad y felicidad
Los participantes del grupo experimental informaron un mayor aumento en la felicidad que los del grupo de control.
¿Esto significa que se sintieron más felices al gastar dinero en los demás? Este experimento reveló que sí.
“Sin embargo, el comportamiento generoso y los cambios en la felicidad no se correlacionaron significativamente”.
Pese a ese detalle, esto fue innegable: 24 participantes fueron más felices “después de comportarse generosamente; independientemente del grado de comportamiento generoso mostrado”.
Resultados conductuales que vale la pena conocer
Esta área experimental del estudio puso dos grandes aspectos sobre la mesa:
- “El aumento en el comportamiento generoso fue concomitante a un aumento en la felicidad”.
- “La magnitud del aumento en la felicidad fue independiente del aumento en la generosidad”.
3. El compromiso de ser generoso y el aumento del TPJ
Las imágenes por resonancia magnética, afines a este estudio, revelaron que el compromiso de ser generoso involucraba más un área del cerebro, conocida como “unión temporoparietal” (TPJ), por sus siglas en inglés.
En concreto, los investigadores encontraron “niveles significativamente más altos de comportamiento generoso y felicidad, como lo refleja una mayor actividad de TPJ para elecciones generosas y la conectividad relacionada con la generosidad del TPJ con las regiones de felicidad en el grupo experimental”.
Esta fue una de las conclusiones más reveladoras:
“La interacción de estas regiones del cerebro vincula la generosidad inducida por el compromiso con la felicidad”.
En comparación con los participantes del grupo de control, los del grupo experimental mostraron una activación de TPJ significativamente mayor, al aceptar, versus rechazar, un costo personal para beneficiar a alguien más.
Sé más generoso y vive más feliz
Cada vez que puedo digo esto públicamente: “Cuando cambias tu mentalidad, cambias tu realidad”.
Y te confieso que esa es una frase que también me repito diariamente.
Si la ciencia nos está mostrando que la generosidad y felicidad son dos grandes aliadas, ¿por qué querríamos ignorar ese hallazgo tan formidable?
¿Quién, en su sano juicio, no querría ser feliz?
Y, ¿quién, querría negarse a conseguir ese objetivo, siendo más generoso consigo mismo y con los demás?
Aunque muchas ciencias, como la economía y biología, han intentado subestimar los posibles motivos del comportamiento generoso, no han logrado borrarlos del mapa.
Ese comportamiento existe y está vinculado a la felicidad y al resplandor cálido.
Ese que experimentan las personas tras ayudar y beneficiar a los demás; en lugar de priorizar su propia ayuda.
Los datos recabados durante el estudio experimental, respaldado por la Universidad de Lübeck, en Alemania, y publicado en la revista científica Nature, sugirieron que:
Dicho estudio mostró que “incluso en un entorno de laboratorio estrictamente controlado, que además implica la toma de decisiones en el escáner de resonancia magnética, el compromiso induce generosidad junto con un aumento de la felicidad”.
Cambia tu mentalidad y transforma tu vida
¿Estás consciente del rol que juega el compromiso, en tu cambio de mentalidad y en la experimentación de una mayor generosidad y felicidad?
Los hallazgos citados en el artículo “Un vínculo entre generosidad y felicidad”, son una clara evidencia —neuronal y conductual— de que sí existe ese lazo entre ambas.
¿Podemos ser más felices si aprendemos a desarrollar un comportamiento generoso? ¡Absolutamente y la neurociencia lo ha demostrado!
Curiosamente, esa no es la única disciplina científica que se podría ver beneficiada con este tipo de hallazgos.
Para muchos expertos, sus implicaciones podrían alcanzar a las ciencias políticas, económicas y educativas.
Aunque la sociedad actual subestima los beneficios individuales y sociales del comportamiento generoso y sobrestima los motivos egoístas para alcanzar la felicidad, la neurociencia sigue haciendo su magia y ofreciéndonos respuestas que siempre habíamos querido escuchar.
El poder de la generosidad
¡Wow! Si llegaste hasta aquí, probablemente eres una persona generosa.
¡Yo también lo soy!
La generosidad ha transformado mi vida. Me ha hecho una persona más empática, abundante y sobre todo, feliz.
Por eso me encantaría que cada vez más personas se familiaricen con este tipo de temas.
Así que he decidido escribir más sobre ellos para compartirte tanto lo que sé, como los nuevos hallazgos científicos que no paran de respaldarlos y enriquecerlos.
Honestamente, me encantaría que me acompañes en este nuevo viaje de crecimiento, generosidad y felicidad.
¿Eres generoso y feliz o todo lo contrario?
View this post on Instagram
Antes de despedirme, me gustaría que te hicieras estas preguntas:
- ¿Del 1 al 10 qué tan generoso eres con los demás?
- ¿Sueles usar las excusas para no compartir más con otras personas?
- ¿Eres de esas personas que dice que su limitada situación actual le impide dar o ayudar a otros de forma desinteresada?
- ¿Prefieres quedarte a solas en casa, en lugar de salir a compartir con los demás?
- ¿Cómo te sientes cuando eres generoso con alguien más? ¿Eres más feliz?
- ¿Cómo te sientes cuando no eres generoso con los demás? ¿Crees que eres menos feliz?
Empieza siendo más generoso contigo mismo y verás cómo, naturalmente, querrás ser más generoso con los demás —incluso con los extraños—.
Ser generosos también es un acto de valentía. ¿Cuán valiente eres ahora mismo?
Un abrazo, Vilma.
Lectura recomendada: El hábito de tener éxito
The post ¿Ser generoso te hace más feliz? ¡Esto es lo que dice la ciencia! appeared first on Vilma Núñez - Consultora Estratégica de Marketing.