Uno de los principales inconvenientes de la formación online es el absentismo, entendido como las personas que compran un curso y no lo culminan. Por ello, una de mis mayores frustraciones cuando vendía mis cursos en el pasado era ver como muchas personas los compraban pero no los finalizaban, por lo cual, no podían conseguir los beneficios que realmente yo les vendía. Sin embargo, investigando y buscando la fórmula para lograr reducir esa falta de acción por parte de los alumnos, diseñé un nuevo formato de cursos, los llamados cursos accionables con los que he logrado mi objetivo: ¡Qué más alumnos llegarán hasta el final! Pero lo mejor de todo es que esa investigación me permitió a mi misma encontrar buenos hábitos diarios para tomar acción… ¡y que hoy te comparto en este artículo!
Buenos hábitos VS Malos hábitos
El mayor inconveniente que solemos argumentar cuando queremos iniciar un nuevo hábito bueno para nuestra vida es: ¡No tenemos tiempo! Sin embargo, en numerosas ocasiones el problema no es realmente el tiempo sino la falta de establecer prioridades, o lo que es peor, los malos hábitos que arrasan con nuestro tiempo disponible.
Por tanto, el primer ejercicio que te voy a pedir que hagas es el siguiente:
Una vez realizado el ejercicio te será más fácil encontrar el equilibrio en función de los hábitos que desempeñas, si son buenos/malos para ti y tus objetivos, y siempre sin olvidar dos áreas muy importantes de la vida: la salud y las relaciones sociales.
¿Cómo tomar acción?
La pregunta del millón es… ¿cómo tomar acción? Y aquí la clave está en que encuentres tu verdadera misión o razón de ser, lo que en Japón llaman el Ikigai, y logres alinear lo que quieres ser con lo que quieres hacer, sentir y pensar. De este modo, te será mucho más fácil tomar acción pues realmente cada acción que realices estará encaminada a lo que quieres lograr.
Y para ponerte las cosas aún más fáciles, voy a dejarte mi plantilla de Plan de Acción enfocada a emprendedores, empresarios, freelances o cualquier otra persona que quiera tener su propio negocio. ¡Aquí la puedes descargar de forma gratuita!
10 buenos hábitos diarios que te harán tomar acción
Y ahora te contaré los hábitos que a mi me funcionan realmente para tomar acción y dejar de procrastinar.
Dejar tiempo a la reflexión para definir mi plan de acción
Lo más fácil en esta vida es tener ideas, pero lo importante es: ¡ponerlas en práctica! De nada sirve dejarnos guiar por las miles de ideas que se nos ocurren si no ponemos en marcha un plan de acción, por ello, yo tengo mi propio método para tomar acción de forma rápida y firme.
Primero apunto las ideas, todas las que se me ocurre, pero luego siempre busco un espacio para valorar cuales son las mejores (lo consulto con mis socios y equipo) y a partir de ahí, cuando vemos que una de esas ideas es factible inmediatamente proponemos los pasos a seguir para ponerla en acción. La añadimos a nuestras tareas diarias y… ¡voilá! En el tiempo que hemos estimado saldrá a la luz.
Hacer deporte todas las mañanas
Cuando inicias un negocio, suele pasar que los clientes, los proyectos, tu empresa, y en general, todo el trabajo, acaba abarcando tus 24 horas del día y te olvidas de cosas importantes como tu salud y tu cuerpo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Te aseguro que dedicarle 30 min o 1h de tu mañana al deporte será la mejor forma de poner en marcha tu cerebro, oxigenarlo y hacer que funcione más, mejor y más rápido.
Pruébalo y me cuentas. Y si tu excusa es que el gimnasio está demasiado lejos o es demasiado caro, busca alternativas: salir a correr o andar en bici, hacer unos ejercicios de pesas, yoga, pilates o aerobic en tu casa. Hay miles de apps en el móvil donde te enseñan ejercicios para los cuales lo único que necesitas es tu cuerpo y ganas, nada más.
Comer saludable
Otro de los buenos hábitos diarios que te harán tomar acción es cuidar tu alimentación. Y no es necesario que te gastes mucho dinero ni aprendas a cocinar cosas demasiado elaboradas, hay miles de fórmulas para tomar más fruta y verdura y menos azúcar y alimentos procesados. Una cosa importante que debes saber es que los alimentos procesados no solo son peores para tu salud sino que además son los que hacen que tu compra te salga más cara.
Comienza por un pequeño hábito, por ejemplo, sustituir el picoteo insano de media mañana por una manzana, banana o cualquier fruta que te guste.
Delegar cada día más y más
Llega un momento en que no tenemos tiempo para más pero nuestro negocio sigue creciendo, es entonces cuando necesitamos aprender a pedir ayuda. Para ello te doy dos grandes consejos:
- Contrata a personas cualificadas y con las que te sientas seguro y confiable.
- Aprecia el trabajo de los demás y muestra empatía hacia ellos.
Y al igual que me refiero al tema profesional también lo hago para el personal. Tareas diarias que no te aportan como limpiar la casa es todo un acierto delegarlas para realmente centrarte en tus objetivos, tu vida y tu negocio.
Meditar y visualizar el resultado final
Desde que la meditación llegó a mi vida me resulta mucho más fácil concentrarme, centrarme en lo importante de la vida y motivarme con los resultados que visualizo sobre cada proyecto, negocio, lanzamiento… Si aún no lo has probado te recomiendo dedicar, aunque solo sean 10 min del día a la meditación. A algunas personas les funciona mejor meditar por las mañanas para enfrentar el día y a otras personas por la noche para despejar su mente de problemas y dormir tranquilos. Encuentra tu momento, ¡y adelante!
Hacer listas de tareas
Tengo listas para todo: Hacer maletas, compras, proyectos del trabajo… Y no hay nada que más me motive que comenzar a tachar tareas realizadas. Es más, con mi equipo también lo hacemos. Tenemos una hoja de cálculo de Google Drive compartida donde todos vamos apuntando nuestras tareas y marcando en verde (hecha), naranja (en proceso) y roja (no realizada). Los viernes reviso todo lo que ha hecho mi equipo y tengo una visión general de los avances y tareas propuestas para la siguiente semana.
Luego, los lunes tenemos una reunión donde revisamos a fondo todo y vemos posibles ajustes de nuevas tareas que se pueden asumir o tareas donde nos hemos quedado trabados para encontrar una solución.
Apuntarlo todo
Me enfado cuando se me olvida algo, por eso… ¡lo apunto todo! Siempre llevo una libreta en mi bolso, e incluso cuando llevo bolsito pequeño uso las notas del móvil para recopilar ideas. Tengo libretas por proyectos e incluso cuando me voy de vacaciones busco una pequeña libretita para que no se me escape nada.
Después siempre es necesario saber seleccionar las cosas que realmente quiero poner en acción, pero eso lo dejo para una segunda fase de reflexión y consulta, sabiendo que al menos las ideas están a salvo en mi libreta y no he de peder tiempo recordando.
Escuchar música
En función de la actividad que vaya a desarrollar escucho una música diferente. Tengo miles de listas, y aunque hay personas que dicen que les distrae, lo cierto es que pienso que probablemente es porque no han dado con la música adecuada.
Por ejemplo, si quieres escribir rápido busca una música sin letra pero con buen ritmo, por ejemplo las instrumentales, bandas sonoras…
Enfocarme en mis objetivos diarios
Cada día, mientras se enciende el ordenador o vas camino de la oficina, o desayunas, te recomiendo dejar claros tus objetivos y tareas diarias. Si no tienes esto claro, será difícil que lo logres. Además, es importante que sepas medir bien tus tiempos de dedicación y tareas para evitar la frustración. Es normal que algunos días algunas tareas se queden pendientes de finalizar porque hayan surgido inconvenientes, pero si eso te pasa de forma continua te frustrarás.
Aunque eso no quiere decir que debas evitar sobrecargar demasiado tu agenda, pues lo cierto es que cuanto menos tenemos que hacer… ¡menos hacemos! Encuentra tu propio equilibrio y establece una agenda realista, posible, pero a la vez, ambiciosa.
Premiarme
Una de las cosas que mejor me funcionan es premiarme por el trabajo bien hecho, lo que los psicólogos y educadores llaman el refuerzo positivo. Y eso no solo consiste en comprarse un regalo cada vez que logras un objetivo, puedes buscar premios que no sean tan materialistas, como por ejemplo: ¡tomarte unas merecidas vacaciones!
Además, este tipo de refuerzo es importante que se utilice sin otra cosa que ocurre más a menudo aún, que es el refuerzo negativo cada vez que algo sale mal. Debes tomar cada objetivo no conseguido como una oportunidad para aprender y hacerlo mejor la próxima vez, no como forma de castigo para ti y tu autoestima.
Espero que este artículo te ayude a dejar de procrastinar y tomar acción desde ya mismo. Recuerda descargar mi Plantilla Plan de Acción para que te sea mucho más fácil todo el proceso de comenzar a establecer buenos hábitos diarios y que todo ello repercuta en mejores resultados para tu vida y negocio. Y si ves que aún no logras dar con el clic que te haga tomar acción, te recomiendo que acudas a un coach para que pueda ayudarte personalmente con tu caso concreto. Al fin y a cuentas, cada persona es un mundo diferente.
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