Tenemos dos grandes enemigos a la hora de hacer crecer nuestra marca, y estas son la perfección y la procrastinación. Cuando estás diciéndote a ti mismo que eres súper perfeccionista, y que te gusta hacer las cosas pasito a pasito y con buena letra, podrías estar en realidad dejando para mañana lo que podrías hacer hoy.
Créeme que no hay cosa que me guste menos que ver pasar un día sin haber cumplido con mis objetivos, por eso vivo bajo un modelo mixto de creación y desconexión. Desarrollar y escalar mi marca personal, y actualmente mi negocio empresarial, ha sido un entrenamiento continuo por ser cada vez más productiva y saber separar los momentos de trabajo con esos momentos que necesito para mi vida, mi familia, mis amigos y, por supuesto, para mí misma.
Antes de seguir leyéndome, quiero recomendarte algo que ya he comentado en mi blog en otras ocasiones, así como en mi libro Tres Damas con Marcas, y que a mí me ha resultado realmente efectivo para tomar acción y dejar de procrastinar; contar con el apoyo de un Accountability Partner.
Antes y después de una formación, siempre ACCIÓN #TresDamasConMarca
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Y es que no somos perfectos, pues todos alguna vez hemos necesitado que un experto (o un amigo) nos eche una mano. Así que si te consideras un procrastinador (o dudas si podrías serlo), te animo a leer mis tips para dejar de serlo, y no descartar la idea de elegir a alguien como tu accountability partner o, incluso, tener un coach a tu lado.
Procrastinar: Significado para un negocio
Si te preguntas qué es procrastinar y qué efectos puede tener en tu día a día, te cuento que para mí no es sólo una cuestión de posponer una tarea más o menos importante. Para mí, procrastinar es mucho más que eso. Es dejar de tomar acción hacia la consecución de tus sueños por miedo a tomar una mala decisión y, lo peor de todo; dejar de vivir como te mereces.
Piénsalo, ¿cuándo fue la última que te tomaste un tiempo de desconexión sustancial y disfrutaste de tu propio silencio?
Deja de pensar que las cosas vendrán solas y tirar por la vía fácil. Procrastinar significa no tomar acción para ir en la dirección adecuada hacia la consecución de tus metas. Algo que sólo se puede combatir con determinación y un poco de planificación semanal.
¿Cómo dejar de procrastinar y cumplir tus metas?
Planificar e imponerte metas que realmente te motiven, son los dos ingredientes clave para combatir el problema de la procrastinación.
Lo que sabes no servirá de nada si no lo llevas a la práctica, y demuestras tu auténtico potencial #Procrastinar #Motivacion
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Eso sí, antes de desvelarte cuáles son mis 3 grandes secretos para evitar procrastinar, es importante que analices otros frenos que personalmente puedan estar llevándote a posponer tus tareas.
Te invito a dedicarte unos minutos de reflexión.
En primer lugar, responde a estas preguntas:
- ¿Existe algún miedo o inseguridad que me esté frenando para conseguir mis objetivos?
- ¿Cuáles son las consecuencias que estoy viviendo en la actualidad por procrastinar?
- ¿Qué podría ocurrir en el futuro si sigo procrastinando?
- ¿Qué podría conseguir si dejará de posponer mis planes y sueños?
- ¿El objetivo que me he planteado va realmente conmigo, mi personalidad y mi visión de futuro?
- ¿Me siento capacitado para cumplir ese sueño? ¿qué necesitaría para capacitarme y sentirme más seguro?
Para finalizar, visualízate en el futuro tal y cómo te gustaría que fuera tu vida personal y laboral. Piensa en los detalles que más te importan y a los que más valor des personalmente.
Mis 3 secretos para dejar de ser un procrastinador
Para evitar procrastinar, te quiero contar mi “fórmula secreta”. Esa que me diferencia de aquellos que no se determinan por cumplir sus sueños:
- Anuncia y luego ejecuta
Para evitar decir eso de ‘no veo el día de…’, algo que me funciona muy bien y que, por ejemplo, apliqué a la hora de hacer un pequeño lanzamiento para Triunfagram, es hacer público para mis comunidades de redes sociales una fecha específica de inicio, con lo que mi equipo sabe que ya no hay marcha atrás y todo empieza a funcionar a full desde ese momento.
Esto es una forma de comprometerse y no caer en la procrastinación, y que por experiencia también con otros clientes te puedo afirmar que funciona en la mayoría de los casos. Sólo bajo la hipótesis de que no trabajes bien bajo presión, dejaría de recomendarte esta técnica.
- Pide ayuda a tiempo
En línea con la recomendación con la que iniciaba este post, te recomiendo firmemente que te pongas en manos de buenos amigos y profesionales, antes de que sea demasiado tarde y empieces a procrastinar con el cumplimiento de tus objetivos.
Sé que a veces pedir ayuda cuesta, sobre todo cuando se trata de cuidar de la imagen de nuestra marca personal, pero te reconozco abiertamente que llega un momento en la vida que empiezas a valorar tu tiempo por encima del dinero. Y te lo dice una amante de la ultraproductividad.
- Confía en tus delegados
Te sorprendería hasta dónde puede llegar tu negocio gracias al trabajo que, un vez delegas, empiezan a desarrollar otras personas.
Quizás este sea el último paso que des en tu batalla por dejar de procrastinar, pues delegar no es fácil, pero bajo mi experiencia personal te cuento que tras quedar embarazada me di cuenta que había estado siendo la empleada más cara de mi negocio. Trabajar tanto en mi marca personal y en mis propios proyectos, me había impedido evolucionar hacia un negocio más rentable y un estilo de vida mucho más satisfactorio.
Tener un equipo que te ayude, te permite llevar el mando de aquello que es prioritario y marcar las fechas límites de cada acción a realizar, lo que minimiza al máximo las posibilidades de dejar para otro momento las decisiones importantes.
Ahora me pregunto, ¿cuál es tu propia experiencia con la procrastinación?, ¿te consideras una persona procrastinadora o tienes tus propios métodos para tomar acción? Me encantaría recibir tus comentarios y conocer tu opinión en este tema 🙂
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